ORIGEN DE LA COCAÍNA

La coca es un potente estimulante natural que se cultiva en América del Sur, y su uso se remonta al menos a 3000 años en el registro arqueológico. Sabemos que la planta de coca fue utilizada por los incas en los Andes, posiblemente para ayudar a mitigar el impacto de la vida en las alturas. Más tarde, los nativos peruanos usaron la coca en las ceremonias religiosas. Según los informes, era tabú hacer lo contrario. Eso cambió cuando los españoles llegaron a América del Sur a principios del siglo XVI. Se daba coca a los esclavos peruanos para aumentar su productividad.

La cocaína fue aislada de la planta de coca por el químico alemán Albert Niemann en 1859, y en la década de 1880 se descubrió su uso como anestesia y bloqueador nervioso. Uno de los defensores más famosos de la droga fue el psicoanalista Sigmund Freud. Tenía un “profundo interés” en los usos médicos y psicológicos de la droga. Freud describió la droga como "mágica" y minimizó los efectos negativos observados, como alucinaciones paranoides y muerte por sobredosis.

La cocaína se consideró inicialmente como una medicina positiva que mejoraba la vida. La euforia y la energía que ofrecía no podían ser superadas. En 1886, John Pemberton agregó hojas de coca a su nuevo refresco, y la bebida gaseosa, Coca-Cola, saltó a la popularidad. Entre la década de 1850 y principios de la de 1900, los elixires mezclados con cocaína estaban de moda. A medida que aumentó el uso general, también lo hizo la visibilidad de los efectos negativos. La presión pública llevó a Coca-Cola a eliminar la cocaína de su lista de ingredientes en 1903, pero la gente había encontrado otras formas de ingerir la droga. Para 1905, inhalar la versión en polvo se hizo popular, para 1910, los profesionales médicos informaban daños nasales en sus pacientes que usaban cocaína, y en 1912, el gobierno de EEUU informó 5000 muertes relacionadas con la cocaína. En 1922, la cocaína fue oficialmente prohibida.

La cocaína resurgió en las décadas de 1970 y 1980, y el polvo blanco se convirtió en sinónimo de rico, famoso y bello. Grandes cantidades de la droga ingresaban al país desde Sudamérica  y los traficantes lo mezclaron con amoníaco y bicarbonato de sodio para crear una versión sólida aún más barata llamada crack. Mientras que el polvo blanco se abría paso entre las fiestas ricas, el crack (sólido, fumable, más rápido y mucho más adictivo) encontró su camino en vecindarios de bajos ingresos. Nació la epidemia de crack.